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sábado, febrero 24, 2007

LEE ALGO POLICARPO

Festival de sobras

  • No todo lo que brilla es oro, pero si está más entretenido el copucheo en Viña, es porque algunos artistas son fomes.

Sebastián Grant del Rio.

En medio de la maraña de nombres, personajes, noteros, aparecidos y, bueno, artistas que pululan por los pasillos de Viña del Mar por estos días, definitivamente hay algunos que no deberían ser parte.
Con razón que este año la atención está más que nunca en los extras, en vez del show. Si algunos aguantan a la Bolocco chica. Y eso...
Tom Jones entretenido, con el "plus" de que el hombre presenta un show que se puede ver por televisión. Maneja cierta dinámica propia del medio, que resulta entretenida un rato.
Aunque el hombre se alargó demasiado, más de la cuenta, como sabe que tiene cámaras al frente, se mueve pensando en ellas.

Vamos viendo

Pero algunos, por favor, ¿qué hacen en Viña? ¿Tan bajo ha caído el festival que contratan al primero que se cruza por delante?
Para qué ver a Mario Guerrero cantando un tema de "Jesucristo Superestrella", más encima mal interpretado, con notorios vacíos y destiempos musicales, un desastre mayúsculo.
La Oreja de Van Gogh, aunque tienen disco nuevo, ya estuvieron en la Quinta Región, por lo que me parecen un número de relleno, como Bacilos y Ana Torroja.
Más encima, estos personajes tienen la patudez de casi rejuntarse para hacer el pituto.
Entre paréntesis, ver a Los Bunkers por televisión es una experiencia un tanto monótona, aunque la banda de Concepción se escucha sólida. Lo que sí necesitan es manejar la puesta en escena, la venta de pomada. Quitarse de encima eso de ser poco expresivos y ponerse a hacer un show más potente, que música no les falta.

Fuera

De lo que viene, no vamos a decir que Bryan Adams salva tanto. Por supuesto, el hombre tuvo su momento de gloria en los `80. Pero ahora es de aquellos típicos cantantes que pululan en Estados Unidos cantando en escenarios chicos o medianos, manteniendo viva la fama del pasado.
Sin embargo, el cabro tiene su cuento y estarán todos felices diciendo que fue uno de los grandes números viñamarinos, que demostró la calidad de la justa y que artistas de este calibre deberían venir a cantar.
Palabras y más palabras interesadas, porque en el centro de operaciones del festival nadie habla claro, siendo capaces de cometer faltas de respeto invitando a gente aficionada como Mario Guerrero. No hablen de tonos ni que tiene dos discos, que mejor se vaya a su casa por fome y posero.
Se salvan...
Salvemos a Gustavo Cerati y Tom Jones, por último por respeto a una trayectoria que se ha reinventado.
Así llegamos a Ricky Martin. Pese a que llega algo trasnochado después del boom de hace unos años, el cantante aparece con un buen disco bajo el brazo.
Hay que ver si en la Quinta Vergara se desenchufa o se conecta con los fans que ven el rollo por la tele.

NOTA DEL EDITOR: Esta nota sirve para dejar en claro que SEBASTIÁN GRANT DEL RÍO ES UN ABSOLUTO INCOMPETENTE DEL PERIODISMO DE ESPECTÁCULOS, NO SABE DE MÚSICA (el muy wea tiene que escuchar a Led Zepellin o Kiss sino queda "pillo") Y LO PEOR, CREE QUE AL FESTIVAL DE VIÑA TIENE QUE VENIR ARTISTAS DE PESO CUANDO JAMÁS VIINIERON EN SU MOMENTO. O SEA, NI IDEA DE LO QUE ESCRIBE.

Mejor dí aweonado que la Tomicic no sabe animar, que esta ahí "por el puro forro", que el Monstruo no existe, que es el festival es un programa de televisión "armado", que el periodismo de farándula que tanto te gusta ensalzar terminó por contaminar el evento a niveles de indecencia increíbles y que gente como tú, que no tiene idea, está entregándole juicios al público. Por eso estamos como estamos.